viernes, 17 de febrero de 2012

Dos kilos

El precio por dos kilos es baratísimo

Los comprás

Subís con la bolsa al auto y sentís:

Que compraste bien

Que podés decidir algo

(aunque sea una compra)

Que te unís a una parte de la humanidad

(a la que para en la ruta a comprar frutillas)

Que podés hacerlas de diferentes maneras

(con crema, con pionono, con helado, hasta te animarías a improvisar una receta)

Llegás con la bolsa a casa.

La dejás en la mesada, porque querés bañarte y acostarte a mirar tele, ya.

Al otro día trabajás corrido

A la salida del trabajo te pasan a buscar tus amigas

Van a tomar una cerveza, comen una pizza

De vuelta, pasan a conocer el departamento nuevo de una de ellas

Tiene muchas plantas que le regaló la madre

Demasiadas

Te da una, con maceta y todo

Llegás a tu casa y dejás la maceta en la mesada

Es de interior

La vas a regar todos los días

Después de una semana

Pensás en lavar la bandeja donde escurre el agua del riego

Levantás la maceta para llevarla al patio

Atrás de la planta encontrás la bolsa

Cerrada

Con los dos kilos de frutillas

Podridas.

No hay comentarios: