El precio por dos kilos es baratísimo
Los comprás
Subís con la bolsa al auto y sentís:
Que compraste bien
Que podés decidir algo
(aunque sea una compra)
Que te unís a una parte de la humanidad
(a la que para en la ruta a comprar frutillas)
Que podés hacerlas de diferentes maneras
(con crema, con pionono, con helado, hasta te animarías a improvisar una receta)
Llegás con la bolsa a casa.
La dejás en la mesada, porque querés bañarte y acostarte a mirar tele, ya.
Al otro día trabajás corrido
A la salida del trabajo te pasan a buscar tus amigas
Van a tomar una cerveza, comen una pizza
De vuelta, pasan a conocer el departamento nuevo de una de ellas
Tiene muchas plantas que le regaló la madre
Demasiadas
Te da una, con maceta y todo
Llegás a tu casa y dejás la maceta en la mesada
Es de interior
La vas a regar todos los días
Después de una semana
Pensás en lavar la bandeja donde escurre el agua del riego
Levantás la maceta para llevarla al patio
Atrás de la planta encontrás la bolsa
Cerrada
Con los dos kilos de frutillas
Podridas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario